Tinta y fuego

Greta es una reconocida buscadora de libros raros y valiosos cuya reputación se ha venido abajo tras la desaparición de una primera edición de Borges que debía tasar. Atrapada entre deudas y la desconfianza de quienes antes confiaban en ella, acepta un encargo inesperado encontrar la biblioteca perdida de la familia Fritz Briones, desaparecida durante la Segunda Guerra Mundial.

Su búsqueda la lleva hasta Berlín, donde descubre que los nazis llevaron a cabo el mayor robo de libros de la historia. A medida que avanza, aparece una revelación aún más inquietante hay alguien asesinando a bibliófilos, libreros y coleccionistas en distintos rincones del mundo con el objetivo de reconstruir la legendaria Biblioteca de la Comunidad Judía de Roma, saqueada y ocultada por el Tercer Reich.

Greta no puede resistirse a seguir ese nuevo camino. Para una amante de los libros, ignorar el rastro de una colección así sería imposible, incluso aunque su vida corra peligro. Lo que no imagina es que esta aventura la obligará a enfrentarse a una parte de sí misma para la que tal vez no esté preparada.

Mi impresión es que es una historia llena de acción, misterio y una búsqueda que engancha desde el principio, además de estar basada en un tema tan real como doloroso relacionado con la Segunda Guerra Mundial. La trama es ágil aunque al mismo tiempo ofrece explicaciones más pausadas que ayudan a contextualizar el gran rompecabezas histórico.

La protagonista tiene carácter y eso sostiene muy bien la historia. También aparece con mucha fuerza el concepto de obsesión y las consecuencias que trae seguir una pista hasta el final sin medir riesgos. Así que para mí ha sido una lectura que mezcla bien aventura y memoria histórica y que consigue mantener el interés hasta el último giro.