El hombre nada

El hombre Nada, de Catherine Ryan Howard, arranca con una premisa directa y estremecedora: “Yo era la chica que sobrevivió al Hombre Nada. Ahora soy la mujer que lo va a atrapar.” Así comienzan las memorias de Eve Black, que narra su obsesiva búsqueda del asesino que acabó con su familia hace casi veinte años. Paralelamente, conocemos a Jim Doyle, un guardia de supermercado aparentemente común… que en realidad es el Hombre Nada. Mientras lee el libro de Eve, la rabia lo consume, porque con cada página ella se acerca más a la verdad, y él sabe que tendrá que detenerla antes de que consiga desenmascararlo.

La premisa ya revela mucho, ¡es que incluso la propia portada nos dice qué ocurre!, pero aun así, la experiencia de lectura ha sido arrolladora. No pude soltar el libro hasta terminarlo: en apenas 24 horas lo devoré. La tensión, el ritmo, el misterio… todo está construido de tal forma que aunque sepas hacia dónde se dirige, la expectativa del momento exacto en que va a ocurrir te atrapa y te genera una ansiedad tremenda.

Seguir la vida de Eve, entender sus obsesiones, y ver cómo cada paso que da acerca más la confrontación final con Jim es un viaje absorbente. El final, los planes, el crescendo narrativo… wow. Es de esos thrillers que te hacen contener la respiración y girar páginas compulsivamente.

No puedo no catalogarlo como un librazo, con todas las letras. Sorprende por su ejecución, por cómo maneja la tensión a pesar de mostrar las cartas desde el principio, y por la intensidad con la que logra que vivas la historia como si fueras la protagonista. DE 10