Sunho es un exsoldado que vive en el Mundo Interior, una tierra sumida en la oscuridad perpetua, hasta que recibe la oportunidad de su vida. Un cofre lleno de oro espera al mercenario que logre encontrar a la chica capaz de manejar el poder de la luz. Mientras tanto, Ren viaja como artista itinerante junto a su familia adoptiva. Un demonio los ataca y, en un acto desesperado, ella libera una ráfaga de luz que lo derrota, aunque no puede impedir que la criatura hiera gravemente a su tío. Para salvarlo, Ren emprende un viaje hacia las montañas, el lugar del que provenía el monstruo y del que ella misma huyó una década atrás.

Los caminos de Sunho y Ren terminan cruzándose y muy pronto descubren que sus pasados y sus destinos están ligados de formas que ninguno habría podido imaginar. Entre criaturas, magia oscura y secretos enterrados, avanzan hacia verdades que cambiarán no solo sus vidas sino también el destino de múltiples mundos.

Mi sensación general es que no está mal, aunque se me ha quedado algo flojo. No diría que esperaba mucho más porque da lo que promete, pero viniendo de Axie, cuyos libros románticos de kpop me encantaron, esta historia se siente más contenida. El mundo es interesante y tiene un potencial enorme, aunque eché en falta más contexto, más construcción del lore y un desarrollo más profundo del worldbuilding.

Los personajes funcionan y cumplen su papel, pero no encontré nada especialmente memorable en ellos. Aun así, es una lectura totalmente apta para adolescentes, con una premisa atractiva y un plot twist final que está muy bien logrado.

Así que para mí ha sido una historia entretenida y correcta, aunque algo breve en desarrollo para todo lo que podría haber dado.