Anatema
La fantasía gótica que ha arrasado en redes llega con la historia de Maevyth Bronwick, una joven que para sobrevivir se ve obligada a cruzar la frontera prohibida hacia un mundo de magia oscura y criaturas siniestras. Los rumores sobre el Bosque Voraz son constantes, un lugar que devora a los pecadores y nunca devuelve lo que toma, un territorio al que solo entran quienes no tienen nada que perder. Tras una tragedia, Maevyth cruza el arco de huesos oculto en su interior y aparece en Etiria, un reino tan peligroso como seductor.
Allí descubre que solo el Escorpión, el asesino más temido del rey, puede mantenerla a salvo de los brujos que intentan darle caza. Ese asesino es Zevander Rydainn, un lord maldito destinado a protegerla. A medida que el destino entrelaza sus pasos, surge una atracción peligrosa que amenaza con consumirlos, y Maevyth deberá aceptar que para sobrevivir al bosque quizá tenga que convertirse en algo aún más aterrador que lo que habita en él.
En lo personal, si quitara todas las escenas spicy el libro podría estar bastante bien. No solo son abundantes, también me han parecido absurdas en tiempo, lugar, forma y en el abuso constante de la calentura de Zevander. Cuando estas escenas se sienten metidas solo para vender me ponen muy nerviosa y no puedo con ello, y eso es exactamente lo que me ha pasado aquí. Aun así quiero dejar muy claro que esto es únicamente mi opinión.
La ambientación, la magia y muchos de los personajes me han gustado mucho, salvo el masculino. El problema es que en cuanto la historia entró en una espiral de spicy dejé de disfrutarla, y no he podido ponerle más nota. Con el paso de los días incluso he sentido la necesidad de bajársela.
Así que para mí ha sido una lectura con un mundo atractivo pero demasiado cargada de escenas gratuitas que han terminado empañando todo lo que sí funcionaba.
